miguelmcolon

El tamaño importa
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El tamaño importa

“A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar:
“¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?” Pero en cambio preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?”
Solamente con estos detalles creen conocerle…”

 

Paul Valéry decía esforzarse en no olvidar nunca que cada uno es la medida de las cosas pero en estos tiempos menos poéticos parece más bien que las cosas, para cada uno, son aquello que miden. Esto explica el hecho de que el consumidor de arquitectura actual se haya revelado en homo numerus.

La condición cuantitativa satisface al consumidor y esa recompensa alcanzada provoca el olvido generalizado de las condiciones cualitativas del espacio (que no deben ser confundidas con las condiciones cualitativas de las superficies). Este es un efecto del mercado de bienes de consumo y el mercado de vivienda, que es líquido, ha abrazado encantado esta miopía del homo numerus erradicando de su publicidad cualquier definición de las cualidades de la vivienda que han quedado enteramente sustituidas por una eficaz colección de cuantitativos: 3 dormitorios, 2 baños, 1 plaza de garaje…

Como un músculo que no se utiliza, el profesional del diseño orientado a ese homo numerus ha visto atrofiada su capacidad para concebir espacios de calidad y con calidad. En los mejores casos el profesional que todavía tiene esa capacidad la dosifica inteligentemente poniéndola al servicio de quienes le encargan una vivienda, esta vez sí, a su medida. A estos escasos especímenes de homo sapiens con valor suficiente para embarcarse en la agotadora tarea de definir su propio espacio está reservado un tipo muy especial de supervivencia: Sobrevivir al proceso que convierte al hombre en un bien de consumo más.

Ese homo sapiens del consumo de arquitectura va a pasar por encima de muchos de los problemas que acusa el homo numerus y es que cuando has trabajado de la mano de un buen arquitecto para concebir un espacio de calidad te blindas contra la tentación de valorar las cosas en términos cuantitativos y deja de sorprendente escuchar de los otros, sesgados por el mercado, frases como “parece más grande”.

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