Este proyecto fue imprimido en el año 2006 utilizando únicamente tinta negra y papel reciclado.
Esta condición autoimpuesta nace como respuesta al lenguaje gráfico de tendencia que en aquel momento imperaba en la Escuela de Arquitectura y que camuflaba, en el mejor de los casos, o desnudaba, en la mayoría, un escaso interés por la arquitectura que pretendía ser representada.
Una arquitectura invisible precisa de un lenguaje invisible y unos significados implícitos ¿cómo se hacen expresivos esos significados? Mediante un lenguaje recuperado de otras disciplinas como el arte (pintura, fotografía…) y de la técnica.
Albacete
61413 m2
2006
Espacio público